top of page

Notas en torno al tiple puertorriqueño

IN ENGLISH

Resumen de los hallazgos del investigador del Proyecto del Cuatro Juan Sotomayor 

Por Juan Sotomayor 

Redactado por William R. Cumpiano

Redacción revisada por Manuel Silva Casanova

​

La palabra “tiple” se deriva del latin “triplum”, una designación del siglo 13 y que significa “tercera”: En esos tiempos la música tenía, comúnmente, tres voces: bajo, tenor, y soprano. La parte soprano también era conocida como la parte “triple” (en inglés, “treble”) por ser la tercera voz, la voz soprano.

 

Gradualmente, esta palabra llegó a significar cualquier voz con un sonido alto y agudo. Al mismo tiempo en España, debido a ciertos cambios fonéticos que ocurren en palabras que se derivan del latín al español, la palabra “triple” pierde la “r” que le sigue a la letra “t” y el vocablo se convierte en “tiple”, cuando se refiere a un sonido alto y agudo. Prueba de lo cual el escritor y filólogo Sebastián de Covarrubias escribió en el 1611 que la palabra “tiple” proviene de “triple “, “por ser la última de las tres voces”. También aparece documentado en el siglo XV por el Marqués de Santillano (1398-1458) en su Triunfete de Amor: “Incesantes los discordes de melodiosas aves, oí sones muy suaves, triples, contras y tenores”.

 

Sinónimo de la palabra “tiple” era “discante”. A partir del siglo 16, por extensión, se llamó tiple o discante a cualquier instrumento que tuviese voz aguda o que ocupase la voz de soprano dentro de su familia instrumental. En un dato antiguo, 1608, en Córdoba, Argentina, se documenta “la compra de un discante para el menor Martín de Salvatierra, siendo este un instrumento de cultura”. En 1609, aparece el dato que doña Bartola Maldonado tiene un “discante”. En el 1611, Francisco Leyton incluyó entre sus pertenencias “un buen discante”. 

​

Aunque las palabras tiple y discante ya existían en el siglo 16, los instrumentos conocidos como tiple, timple, triple y con otros nombres similares, todos son pequeños instrumentos derivados de los guitarrillos españoles populares al principio del siglo 17. El Método de Pablo Irol Minguet de 1754, anota que ”el tiple se tañe como la guitarra. Tiene diez trastes y cinco cuerdas dobles. Los puntos de este instrumento son los mismos que los de la guitarra, y para acompañar, tañe un punto más alto“. Ya este tiple Español tenía cinco cuerdas dobles. La voz “tiple”, entonces, llega a describir, en Hispanoamérica, cualquier instrumento pequeño de voz alta y aguda. Al principio del siglo 17, unas pequeñas guitarras aumentan en popularidad en España y Europa. Estos “guitarrillos”, o “guitarricos”, eran fáciles de construir y ejecutar. Se fabricaban de maderas y materiales a la mano. Estas guitarritas se esparcen por todas las colonias españolas, por ejemplo, el “tipla” en las en Filipinas, el “timple” en las Islas Canarias, el “tiple” o “triple en Puerto Rico y el “tiple” Cubano, Colombiano y Argentino. 

​

De las cuentas de las reparaciones y de la construcción de instrumentos que presentaban al cobro los artesanos Pablo de Herrera y Manuel de Vega entre los años 1630 y 1639, nos hemos enterado de los varios tiples que se fabricaban y arreglaban en el Alcázar Real, es decir, el palacio real de España. Los dos artesanos eran encargados del cuido y creación de los instrumentos de la Capilla Real, de la Cámara del rey, la Casa de la Reina y de los Infantes. Los tiples mencionados en dichas cuentas de reparación eran un “tiplecico” o tiple pequeño, y un “tiple grande” o “tiple mayor”. En estas cuentas de reparación también aparecen tiples y guitarras con “el suelo tumbado”o “abombado”, o sea, la espalda del instrumento redonda, como todavía se fabrica el timple canario.

 

En el año 1695 veinte familias de las Islas Canarias llegaron a Puerto Rico y habitaron el área de Río Piedras. Es lógico asumir que ellos y otros canarios que llegaron a Puerto Rico al principio del siglo 18, trajeron consigo sus pequeños guitarrillos que llamaban “timples”. En las Islas Canarias y en España ya había agrupaciones análogas a la orquesta jíbara de tiple, cuatro, bordonúa y güiro que se desarrolló en Puerto Rico. En las Islas Canarias la agrupación campesina se componía de tiple (luego timple), bandurria, nuevo laúd/guitarra y pandereta y en España proliferaban agrupaciones de tiple, requinto, bajo de uña, y pandereta. En su libro La Herencia Lingüística en Puerto Rico, Manuel Álvarez Nazario escribe, “el autor lleva a concluir que el timple canario es en realidad la guitarra española del siglo 16, la cual, al terminar la conquista de las islas, solo tenía cuatro cuerdas, las mismas del timple”. Cuando se añade la quinta cuerda a la guitarra, los guitarrillos de España también se fabrican con cinco cuerdas sencillas y al timple también le añaden otra cuerda. 

​

Los datos más antiguos publicados acerca del tiple en Puerto Rico aparecen en las escrituras de Alejandro Tapia, en las que él escribe que, en el 1835, cuando era niño, vio varios instrumentos en un baile. Describe guitarras ordinarias (¿bordonúas ?) y ”guitarrillas o tiples pequeños”. También en el 1849, Manuel Alonso, en su libro “El Gíbaro” nos dice que la bordonúa es una “guitarra de grandes dimensiones” y que el tiple lucía igual que la bordonúa, pero más pequeño. Con esto llegamos a la conclusión de que la bordonúa y el tiple, ambos tenían forma de guitarra. Fernando Callejo describe en 1870 el sonido del tiple como ”alegre”. Ramón Marín habla en 1875 de ”el requintado tiple” (afinado a un nivel alto) y Manuel Zeno Gandía describe en 1894 un “tiple criollo rasgueado nerviosamente”.

​

FUNCIÓN DEL INSTRUMENTO
 

Todo instrumento tiene una función principal y luego otras funciones secundarias. La función del tiple era de acompañamiento a la voz o a otro instrumento. La segunda función del tiple era de hacer floreos o piquetes (adornos musicales). Para puntear las cuerdas del tiple se usaba una pajuela hecha de un pedazo del cuerno de cabra. Esa pajuela era también la preferida para el cuatro y la bordonúa.


AFINACIONES 

Ha habido distintas afinaciones para el tiple puertorriqueño y estas dependían de la región en que se tocaba. El catedrático y músico Gustavo Batista, ha documentado una plétora de afinaciones que encontró alrededor de la isla. Pero las afinaciones que hoy se usan más comúnmente para el tiple son:


mi – la – re’ – sol ‘ – do” 

 5      4     3        2       1


Los números enumeran las cuerdas, el 1 siendo el más agudo

​

...es decir, en intervalos de cuartas, como el cuatro puertorriqueño. Esto permite que en el tiple sea más fácil tocar melodía, porque los intervalos son iguales y cualquier persona que ya sabe tocar cuatro puede comenzar a tocarlo con facilidad. Otra afinación del tiple es: 

 

mi – la – re ‘- fa#’- si 

 5      4     3      2     1


...de cinco cuerdas sencillas. Esta afinación, una de las tradicionales, incluye los mismos intervalos de las primeras cinco cuerdas de la guitarra. Con esta afinación cualquier guitarrista puede comenzar a tocarlo con facilidad.

 

En el 1887, el costumbrista Francisco del Valle Atiles escribe que el tiple tenía la prima igual que la quinta cuerda. Quiso decir que el sonido de la prima y la quinta cuerda eran afinadas a la misma nota. Esta afinación es ya obsoleta, pocos o nadie la usan ya. A este tipo de afinación se le dice “reentrante” y en ella las cuerdas no quedan en orden correlativo a su altura. Esta forma de afinación es similar a la del tiple canario, conduce a un rasgueo más uniforme.

 

El tiple que se conoce en P.R en la actualidad porta cinco cuerdas sencillas. Se le llama, popularmente, tiple doliente, pero Roque Navarro dice que ese nombre se le otorgaba al tiple de cinco cuerdas solamente cuando se usaba en ceremonias de velorios.

 

Había algunos tiples que eran variantes del tiple doliente, pero ya no están en uso, aunque ha habido algunos intentos de rescatarlos. Hoy día la función tradicional del tiple doliente como instrumento acompañante ha cambiado a la de tocar melodías en conjuntos tradicionales. 

 

En Puerto Rico, notablemente en la región de Peñuelas, se han encontrado tiples de cuatro cuerdas con una quinta clavija fijada en el lado del mango, como lo tiene el “banyá” de influencia africana. A este tiple se le llama tiple grande, tiple con macho o tiplón. Su historia ha sido investigada por el guitarrista y folclorista Juan “Kacho” Montalvo. 

bottom of page