El Proyecto del Cuatro Puertorriqueño
ARCHIVOS CULTURALES
INVESTIGACIóN FOLCLóRICA
PRODUCCIONES EDUCATIVAS
Los más destacados artesanos de nuestros instrumentos nativos
Un profundo compromiso con los instrumentos tradicionales de cuerda
IN ENGLISH
IN ENGLISH
Artesanos Ausentes: empiezan debajo
Carmelo Martell Luciano
(1907-1995)
Natural del barrio Tetuán de Utuado, el maestro Carmelo Martell Luciano fue considerado por los conocedores como uno de los artesanos de más creatividad y talento. A la edad de nueve años ya tocaba el cuatro y amenizaba sus fiestas escolares, y ya a la edad de 12 comenzó a arreglar cuatros, lo que más adelante lo llevó a fabricar sus propios cuatros. Se destacó debido a que la confección de sus cuatros no se limitó al instrumento convencional, sino que creó verdaderas piezas de arte, entre ellas “el cuatro gallo”, “el cuatro pez”, y “el cuatro mapa de Puerto Rico” esta última considerada su obra maestra.. Además, entre otras cosas, están marcados en el mapa los siete distritos, algunas de las torres de emisoras de radio de la época, la Universidad de Puerto Rico, el Caribe Hilton, el Capitolio, la Central de Guánica, los Baños de Coamo y la Plaza de Utuado.
Martel fue nombrado “tesoro cultural” por el Instituto Smithsonian de Washington y ganador del certamen de Fabricación de Instrumentos Musicales del Programa de Artes Populares del Instituto de Cultura de los años 1962, 1966 y 1970. En el año 1978 recibió un Agüeybaná de Oro y del 1981 al 1982 fue elegido como Maestro Artesano por la Oficina Artesanal de la Administración de Fomento Económico.
Además de artesano, Martell también se destacó como compositor. Entre las piezas de su autoría se destacan la danza “Ondas del Viví y el vals “Carmencita”.
Notas resumidas de http://www.icp.gobierno.pr/myp/coms/cmartell_06.htm
​
​
Foto por Walter Murray Chiesa
Leoncio (don Leoncito) Ortiz
(c.1902-c.1982)
El venerado maestro artesano de cuatros y muebles de Corozal fue repetidamente alabado por artesanos mayores como Jaime Alicea, Juan Reyes, Julio Negrón ("era un verdadero artesano") y Antonio Rodríguez Navarro.
Fue reconocido durante la década de 1950 por el Instituto de Cultura durante el esfuerzo de recopilar un inventario de los artesanos tradicionales puertorriqueños.
A cargo del inventario lo fue Walter Murray Chiesa quien dijo que "era el maestro venerado por todos" y que, "en cuanto a marquetería, usaba maderas de las casas viejas de Corozal". Chiesa también menciona que "no había quien ponía unas notas como Don Leoncito" y que hacía "trompos que los regalaba para la Semana Santa a los muchachos del barrio". Hay una calle en Corozal que lleva su nombre.
Foto por Walter Murray Chiesa
Efráin Ronda
(1899 - 1995)
Archivos cortesía de Noraliz Ruiz
La vida del polifacético artista Efraín Ronda abarca 96 años, dentro del cual experimentó y ejerció una gran variedad de oficios y talentos, incluyendo el de músico, compositor, educador, impresor, inventor, empresario, artesano y historiador, entre otros.
Nace y se cría en San Germán, Puerto Rico el 23 de noviembre de 1899. Adquiere su primer instrumento, un tiple de guanábana, en el mercado de San Germán a los trece años. Aprendió a tocar cuatro y trabajar con madera en el taller de su primer maestro, el artesano y cuatrista Gabino Cruz de la misma ciudad, quien le hizo su primer cuatro y le enseño a hacer el suyo propio en 1915. Ya para el 1918, la época del gran temblor de Mayagüez, Ronda formado su propio grupo musical, y recuerda cuando muchacho haciendo gira de pueblo a pueblo con su grupo recaudando fondos para los damnificados. A los veintidós años estudió guitarra y cuatro con el tenor y guitarrista clásico Francisco Jackson con quien tocó en gira a Santo Domingo.
​
Ronda se mudó a Nueva York con su esposa a mediados de la década del 1920, abriendo su primer taller de guitarras en el sótano de una tía de su esposa. Hizo su primer cuatro en Nueva York en 1928. Se hizo perito en la construcción y ejecución de los tres tipos de cuatro: el cuatro antiguo de la montaña de cuatro cuerdas; el cuatro de la zona norteña de la isla de diez cuerdas; y el cuatro común de su región de Yauco y Ponce de ocho cuerdas afinadas como el cuatro antiguo. Compra una máquina de imprenta, situada en su taller, en 1928 y con ella en 1933 produce el primer método publicado para el cuatro de cuatro, ocho y diez cuerdas llamado La Antorcha (enlaces a la izquierda). Existió una controversia alrededor de la autoría del método, con algunos que afirmaban que la escribió Heriberto Torres. Durante las décadas de los 1930s, 1940s y 1950s construyo y reparó cuatros y guitarras; enseño música y entretuvo en tertulias a los grandes artistas musicales de Nueva York en su tienda y taller de la 1759 de la calle Lexington de Nueva York, componiendo y presentándose con su grupo musical a la vez en la gran urbe. Efraín Ronda muere en Bethpage, Long Island, Nueva York el 21 de octubre de 1995 a la edad de 95 años.
Roque Navarro
(1913-2002)
Además de haber sido un perito artesano del cuatro puertorriqueño, Roque Navarro también fue uno de los más importantes cuatristas de su generación. Los cuatros que fabricó que todavía existen son pasados de mano a mano entre los más importantes músicos de hoy como reliquias adoradas.
Juan Reyes Torres
(1932-2005)
Distinguido artesano de instrumentos tradicionales oriundo de Utuado, Puerto RIco. Aprendió a tocar el cuatro a los quince años de edad y luego siguió una carrera en la ebanistería. Luego de asociarse con el gran artesano de instrumentos Carmelo Martel durante la década de los 1960s, comenzó confeccionando cuatros en su propio taller Hato Rey hasta su deceso en 2005.
Eugenio "Heño" Méndez
(1929-2003)
El supremo maestro artesano del cuatro puertorriqueño Eugenio Méndezvde Juncos, Puerto Rico, fue el artesano de cuatros más prominente de sus tiempos. Sus instrumentos son codiciados hasta el día de hoy y se encuentran en manos de los más prominentes cuatristas como Nieves Quintero, Prodigio Claudio y Pedrito Guzmán.
Foto por Juan Sotomayor
Héctor "Tito" Báez
(1929-2003)
Original de Yauco, Puerto Rico, Báez trabajó por casi medio siglo en Brooklyn, Nueva York, no sólo como el artesano y reparador principal de los instrumentos de la comunidad hispana en la gran urbe, sino también como uno de los más codiciados segunda guitarras y requintistas de su época. Se destacó frequentemente en los clubes y centros culturales de la ciudad junto con Israel Berrios y Neri Orta con el Sexteto Criollo Puertorriqueño y grabando casi una docena de discos con Nieves Quintero en cuatro y con Ángel Lugo, "el Cieguito de Ciales". Báez también compuso una cantidad de piezas originales que formaron parte del repertorio popular de la época.
Visitamos su taller en la 230 de la avenida Pennsylvania en Brooklyn durante la década de los 1990, y allí presenciamos una importante destinación para los músicos puertorriqueños y cubanos de Nueva York, New Jersey, Brooklyn y Long Island, donde acudían músicos principiantes tanto como profesionales. Al morir en 2003, al morir Mario Hernández y al irse Yomi Matos de Nueva Jersey, dejaron vacío un gran recurso cultural en Nueva York que nunca volverá.
Foto por Juan Sotomayor
William delPilar, padre
(1921-2005 ?)
Guillermo (William) del Pilar fue uno de los más reconocidos y admirados artesanos de cuatros y guitarras dentro de la comunidad boricua de Nueva York durante las décadas de 1950 y 1960. Llego a la gran urbe desde su pueblo natal de Quebradillas en los primeros años de la década de 1940. Su padre fue un ebanista que también arreglaba guitarras para músicos de su pueblo. William lconstruyó su primer guitarra en la isla cuando joven, y llegó a vender varias “por diez pesos” antes de trasladarse a Brooklyn, Nueva York.
Abre su taller en el 396 de la Atlantic Avenue de Brooklyn en 1957. Su taller y tienda se establece como un núcleo cultural de la ciudad, gozando de una amplia clientela, cubriendo la gama desde el jóven guitarrista principiante que escribe esta biografía con su guitarrita japonesa averiada, hasta el mismo Andres Segovia, que trajo su guitarra Tamirez al artesano para repararlo a tiempo para su concierto en gira por la ciudad.
Sus instrumentos, guitarras y cuatros mayormente sumaron en total a casi mil, son codiciadas por músicos boricuas, norteamericanos y latinoamericanos hasta el día de hoy. Contó que “lo más importante que creo es que la música es capaz de traer juntos a la gente, capaz de a unir a toda la tierra.”
Ya para 1993 Del Pilar se retira de su oficio debido a serios problemas de salud relacionado con su corazón, dejando su taller en manos de su hijo, William del Pilar, Jr.
Domingo Orta
(1929-2007)
Lore ipsum
