La herencia de los siglos se deposita dentro
de una memoria comun la cual es activada y manifestada a través de la música

 

Luis Manuel Alvarez ha escrito que todo nuestro comportamiento humano; todo nuestro comportamiento social; la manera en que hacemos y creamos las cosas—todo esto se refleja de algún modo en nuestra música. Por razones complejas, las tradiciones afropuertorriqueñas tales como la plena y la bomba han sido estudiados y propulsados a fondo dentro y afuera de las aulas de la academia—mientras que el estudio y el fomento de la música mestiza, la música jíbara "de tierra adentro" ha recibido relativamente menos escrutinio e interés dentro de las instituciones académicas y gubernamentales.

     En otras palabras, en Puerto Rico, la herencia musical de la montaña nunca fue compilada y preservada de forma adecuada o comprensiva por las instituciones que tradicionalmente se responsabilizan de esta tarea.

     El Proyecto del Cuatro Puertorriqueño nace de un afán de parte de aquellos que comparten la urgencia que esta tarea de compilación y preservación tiene entonces que emprenderse por el pueblo mismo, antes que más con tiempo se pierda. Consideramos que el éxito de este tarea es particularmente crucial. Porque,

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• ¿de qué otra manera puede definirse como pueblo seis millones de personas, si su formación no es homogénea--ni en su herencia racial ni nacional; si retienen pocos trazos de su pasado indígena; y si perciben que tienen poco más que un legado de esclavitud y coloniaje alrededor del cual pueden cristalizar sus memorias nacionales?

• ¿de qué otra manera podrán descubrir su pasado para así poder asegurar su futuro?

• ¿de qué otra manera podrá crear una visión entre su gente, un sentido de quiénes son, y un sentido firme de su historia?